Nuestro rostro es la parte de nuestro cuerpo que está expuesta todo el tiempo al polvo, al sol, al aire y a la contaminación de la ciudad. Sumado a todo eso, el brote del acné, con los puntos negros o espinillas, puede causar irritación y enrojecimiento de la piel.
También conocidos como manchas o granos, las espinillas son parte del acné. Es más probable que aparezcan alrededor de la pubertad, pero pueden tener lugar a cualquier edad.
Durante la pubertad, la producción de hormonas cambia. Esto puede causar que las glándulas sebáceas, ubicadas en la base de los folículos pilosos, se vuelvan hiperactivas. Como resultado, las espinillas son más propensas a surgir entonces y alrededor de la menstruación, en el caso de las mujeres.
Algunas veces, esto lleva a infecciones e inflamaciones que afectan a algunas personas más que a otras. El enrojecimiento de una espinilla es una respuesta inflamatoria a la obstrucción que sufren los poros por la acumulación de grasa y agentes contaminantes del ambiente.
Estas son algunas razones por las cuales tenemos espinillas en el rostro:
- Tener la piel sumamente grasa.
- Usar productos oleosos para el rostro, como cremas y cosméticos.
- Vivir en zonas secas donde el invierno dura gran parte del año. Las membranas mucosas de la nariz se secan y se agrietan, lo que permite que se formen nuevos brotes de espinillas y puntos negros.
Por suerte, hay métodos que pueden reducir u ocultar el enrojecimiento inflamatorio hasta que la espinilla sane, mejorando así el aspecto de nuestra piel.
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