El ejercicio físico, y en concreto los ejercicios de cardio, ayudan a reducir las hormonas del estrés como la adrenalina o el cortisol. De la misma manera, aumenta la producción de endorfinas, que mejoran el ánimo y reducen el dolor físico de forma natural.
El deporte y el estrés:
También ayuda a las personas a sentirse mejor y a aumentar la confianza en sí mismo. Ofrece, además, una mayor sensación de control. Esa energía ayudará a afrontar los retos del día a día más exitosamente.
Además, hacer ejercicio es una excelente manera de desconectar la mente y olvidarse de los problemas cotidianos. Varios estudios han indicado que hacer una hora de deporte semanal previene la depresión, aunque sea un paseo breve cada día. El ejercicio físico tendrá un impacto positivo incomparable en la salud mental y física.
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